viernes, 25 de marzo de 2016

Adentro'


Tengo 21 años, solo sonrío por momentos, 
No es tarea fácil amarme, eso lo bien se,
Quizás son mis creencias, novisito ningún   templo,
Y llevo tatuadas cicatrices del ayer...

Mira, a veces ando borracho y sin motivo aparente, 
Tacho mas de lo que escribo en mis poesías elocuentes,
No soy tan bueno, llevo fría mirada y alma caliente,
Desde pequeño nunca creí que llegaría a los veinte;
Y aquí estoy huyendo del amor como de la policía,
Metáfora compleja que solo pocos entenderán
Y aunque no soy un ejemplo en esta enferma sociedad
Para los míos sigo siendo mas que buena compañía.
Me la paso escuchando mucho mas de lo que digo, 
Soy puntual hasta para llegar a mi funeral,
No suelo escribir mucho, pero trato de que lo escrito
Se entierre en los corazones con el filo de un puñal...
Estoy sentado afuera con el frio viendo pasar el tiempo
Conversando con el viento pa escapar de la realidad
Gracias a mi musa hoy me siento mas contento
Pero llevo dentro un sufrimiento muy dificil de explicar. Voy a explotar'

Sobrevivo a diario a mis infiernos internos,
No llevo piel de oveja ni de corderillo tierno,
En mi habita un lobo estepario aguantando invierno
Con cobijas efímeras provenientes de algunos besos.
Cansado de dejar mi piel y corazón en el terreno,
Y no recibir consuelo, solo un dulce veneno,
Que me calcina el alma natural a fuego lento
Y yo de brazos cruzaos viéndola evaporarse como humo de incienso.
Mi mentalidad no es frágil se muy bien lo que quiero
Pero personalmente llevo el espíritu agotao de tantos falsos te quiero,
Que prefiero quedarme sentao y así no recibir mas agujeros
Perforaciones malditas que me agitan, muero por ser tan sincero.
Sigo confiando en las miradas, moradas no habitadas,
Ya que realmente en esos corazones no se encuentra nada,
Creí en algunas hadas que al marcharse dejaron su imagen manchadas
Por el vacío que dejaron al guiarse de una falsa fachada.
Yo Un chico tímido sin abrigo en este frío
Con un corazón cálido, sonriente sin motivo,
Vivo pero muerto en las aceras del destino
Confío tan poco que ya ni estoy dolido.




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